¿Que nos enseña Mateo 8?
Mateo 8. Jesús sana a un leproso, cura al siervo de un centurión y a otras personas, calma la tempestad y echa fuera demonios — Los demonios entran en un hato de cerdos. 1 Y cuando Jesús descendió del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un aleproso y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
¿Qué es lo que contamina al hombre?
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios y las blasfemias. 20 Estas cosas son las que acontaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
¿Qué le dijo Jesús El centurión?
Texto bíblico Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión que le rogó: Señor, mi criado yace paralítico en casa con dolores muy fuertes. Jesús le dijo: Yo iré y le curaré. Pero el centurión le respondió: Señor, no soy digno de que entres en mi casa. Pero basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
¿Cuándo Jesús sana a un leproso?
Un día, un hombre que tenía una dolorosa enfermedad de la piel, llamada lepra, acudió a Jesús. Él sabía que Jesús tenía el poder de sanar a todo el que estuviera enfermo y creía que Jesús podía sanarlo. Jesús tocó al leproso y dijo: “… sé limpio” (Marcos 1:41).
¿Qué es contaminarse según la Biblia?
tr. Profanar o quebrantar la ley de Dios .
¿Cuáles son las cosas que contaminan el corazón?
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
¿Qué le dijo Jesús al paralítico?
2 Y he aquí le trajeron un paralítico tendido en una cama; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: aTen ánimo, hijo; tus pecados te son bperdonados.
¿Que nos enseña la actitud del centurión?
La Inmensa Confianza Que El Centurión Deposita En Jesús Le confiesa que cree que no necesita tocarlo ni estar cerca. Todo lo que tiene que hacer es decir la palabra y su siervo será sanado. Reconoce la autoridad de Jesús: Lo reconoce como un hombre con total autoridad espiritual que puede mandar y las cosas se harán.
¿Qué fue lo que le dijo el oficial romano?
Pero el oficial le replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: '¡Ve! ', él va; al otro: '¡Ven! ', y viene; a mi criado: '¡Haz esto!
¿Que enseña Marcos 1 40 45?
“La lepra se le quitó, y quedó limpio” La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
¿Que nos enseña la historia de los 10 leprosos?
Lo importante, como siempre, es la enseñanza que se desprende del hecho: el ser agradecidos con quien nos beneficia con un favor.
Jesús sana a muchos enfermos( C)
14 Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio a la suegra de este en cama, con fiebre. 15 Le tocó la mano y la fiebre se le quitó; luego ella se levantó y comenzó a servirle.
Jesús calma la tormenta( E)
23 Luego subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. 24 De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. 25 Los discípulos fueron a despertarlo.
Liberación de dos endemoniados( F)
28 Cuando Jesús llegó al otro lado, a la región de los gadarenos,[ c] dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros. Eran tan violentos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. 29 De pronto le gritaron:
Jesús sana a un leproso
8 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Jesús sana al siervo de un centurión
5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, 6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. 7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. 8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.
Jesús sana a la suegra de Pedro
14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre. 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
Los que querían seguir a Jesús
18 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. 19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. 20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Jesús calma la tempestad
23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
Los endemoniados gadarenos
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
Jesús sana a mucha gente
14 Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, la suegra de Pedro estaba enferma en cama con mucha fiebre. 15 Jesús le tocó la mano, y la fiebre se fue. Entonces ella se levantó y le preparó una comida.