Full Answer
¿Qué es el libro de Jeremías?
El libro de Jeremías, estimado oyente, es la Palabra de Dios. Ha sobrevivido y va a perdurar en nuestra época. Usted y yo estamos viviendo en un mundo donde ya no se escucha a Dios. Su voz ya no se escucha en los centros de decisión política, en las aulas de las universidades o en colegios, y entre muchos científicos.
¿Qué nos enseñan los versículos de Jeremías?
Estos versículos nos enseñan también que él puede estar simultáneamente bajo el dominio de la orgullosa incredulidad y de la más tenebrosa superstición ( 2 Corintios 4:4 ). Jeremías recordó los abominables pecados del pueblo. Tomó nota de la injuriosa respuesta de esa asamblea de rebeldes. Ahora saca sus conclusiones. ¡Son espantosas!
¿Qué podemos aprender de la vida de Jeremías?
Estas palabras son similares a las que escribió David cuando él se arrepintió de su pecado con Betsabé (Salmo 51:12). Lo que podemos aprender de la vida de Jeremías es el consuelo de saber que, al igual que cada creyente, incluso los grandes profetas de Dios pueden experimentar el rechazo, la depresión y el desánimo en su caminar con el Señor.
¿Cuál es la figura de Jeremías?
Jeremías, falsamente acusado, azotado y arrojado a esa horrible cisterna, es, especialmente aquí, una figura del Señor Jesús. El final del versículo 6 nos hace pensar en el Salmo 69:2 : “Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie”. Es una imagen de los sufrimientos y de la muerte de Cristo.
¿Qué podemos aprender de la vida de Jeremías?
Jeremías 4-6 Explique que, aunque Dios nos ama y desea librarnos del sufrimiento innecesario, traemos sufrimiento sobre nosotros mismos cuando pecamos. Jehová permitió que los israelitas sufrieran muchas de las consecuencias de sus iniquidades (véase Jeremías 2:17; 4:18; 7:19).
¿Que enseña Jeremías 1?
El capítulo 1 de Jeremías contiene lo que el Señor le dijo a él sobre su misión. Al leerlo, considera qué sentirías si estuvieras en el lugar de Jeremías. Reflexiona también sobre lo que el Señor te ha llamado a hacer y la preparación que necesitarás a fin de tener éxito.
¿Cuál fue el mensaje que Dios le dio a Jeremías?
6 Y yo dije: ¡Ah, ah, Señor Jehová! He aquí, no sé ahablar, porque soy bniño. 7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy niño, porque a todo lo que ate envíe irás tú, y dirás todo lo que te bmande. 8 No atemas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
¿Por qué Jeremías era el profeta lloron?
Jeremías lloró mucho por la dureza del pueblo de Judá e Israel. Jesús también lloró cuando vio Jerusalén, el centro de la vida religiosa judía, desde una colina, deseando reunir a su pueblo como una madre gallina hace con sus polluelos, pero no estaban dispuestos.
¿Que nos enseña Jeremías 1 10?
Como hemos visto, Dios preparó a Jeremías desde antes de su nacimiento para el trabajo de profeta (Jer 1:5) y, en el momento oportuno, lo designó para dicha labor (Jer 1:10). Jeremías respondió con fidelidad al llamado de Dios para su trabajo y Dios le dio el conocimiento que necesitaba para realizarlo (Jer 1:17).
¿Qué significa la olla que hierve?
Significado: Da a entender que nadie se arroja a un riesgo conocido.
¿Qué le dijo Dios a Jeremías de su talento y potencialidades?
Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado.
¿Cuando dice que Jeremías oraba y lloraba?
Jeremías 9–10: Jeremías llora y ora por Judá
¿Cuál fue el sufrimiento del profeta Jeremías?
La mayor parte del libro de Jeremías contiene sus profecías, pero en el capítulo 20 se habla un poco de su vida; por él sabemos que, debido a sus profecías, lo pusieron en el cepo, una armazón de madera con agujeros para poner la cabeza, los brazos, las piernas y los pies de un acusado o condenado por algún delito ...
1 - Jeremías 1:1-19
El libro de Jeremías nos retrotrae al tiempo de los últimos reyes de Judá antes de la cautividad. La aparición de un profeta es siempre el indicio del mal estado del pueblo de Israel, pero también una prueba de la gracia de Dios.
2 - Jeremías 2:1-18
Las primeras palabras que Jehová pone en boca de Jeremías están destinadas a reconquistar el corazón de su pueblo olvidadizo… ¡fiel imagen de nuestro propio corazón! Y es como si el Señor nos preguntara con ternura: ¿Te acuerdas de ese tiempo feliz que siguió a tu conversión? Entonces, ¡cómo ardías de celo y reconocimiento! Por cierto, andabas en este mundo como en un desierto, “en tierra no sembrada”.
3 - Jeremías 2:19-37
El abandono del primer amor siempre es el punto de partida —oculto al principio— de muchos otros males. Dios había sacado a Israel fuera de Egipto para que le sirviera ( Éxodo 4:23 ). Y vemos cómo este pueblo le declara descaradamente: “No serviré” (v. 20; comp. en Nehemías 3:5 el ejemplo de los jefes tecoítas).
6 - Jeremías 6:16-30
Poco a poco, el profeta cambia de tono. A los acentos del amor divino les suceden los de la ira. Jehová se dispone a “visitar” a su pueblo con juicio (v. 6 y 15; Isaías 10:3 ). Se servirá de un enemigo que viene del norte (v.
7 - Jeremías 7:1-20
Jehová envía a Jeremías a la puerta del templo para pronunciar allí un severo discurso, porque el pueblo de Jerusalén, pese a su rebelión, se ufanaba ruidosamente de poseer “el templo de Jehová” y seguía practicando en él un culto puramente formal. ¡Qué inconsecuencia! Lo que le daba valor al templo ¿no era Aquel que lo habitaba? ( Mateo 23:21 ).
8 - Jeremías 8:1-22
El versículo 3 del capítulo 5 nos mostró que Israel ni siquiera sentía los golpes que Jehová había tenido que darle. Aquí vemos cómo sus responsables se curan a sí mismos las heridas “ con liviandad ” y pretenden la paz que Dios no les podía dar (v. 11; 6:14).
10 - Jeremías 10:1-25
Si bien existe un antiguo y buen camino por el cual hemos de preguntar (cap. 6:16), hay otro que debemos guardarnos de aprender (v. 2): el de las naciones o, dicho de otro modo, el del mundo. De hecho, todos nuestros contactos con éste tienden a impregnarnos de sus maneras de vivir y de pensar.