Ejemplos de prosa poética El extranjero (Charles Baudelaire) -¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano? -Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
- ¡Qué penetrantes son los atardeceres de los días de otoño! ¡Penetrantes hasta el dolor! ...
- Pero tanto los pensamientos que surgen de mí como los que proceden de las cosas, se vuelven en seguida demasiado intensos. ...
- Y ahora, la profundidad del cielo me consterna; su limpidez me exaspera.
¿Qué es la prosa poética?
Prosa poética. Se trata de un tipo de obra lírica existente en la literatura. En este tipo de escritura podemos encontrar elementos muy similares a los del poema tales como: Hablante lírico. Actitud lírica. Objeto. Tema.
¿Qué son los versos y las prosas?
Los versos y las prosas son dos formas diferentes de escribir un texto o de expresarse en el lenguaje oral. Un verso es cada una de las líneas de una poesía que, generalmente, se ajusta a reglas relacionadas con la métrica, la rima, el ritmo y el sonido.
¿Qué es la prosa y cuáles son sus características?
La prosa es considerada como una escritura informal, que es usada por todos a la hora de hablar o escribir, forma parte de nuestra vida diaria y no posee ningún tipo de regla.
¿Qué es la prosa lírica?
Se trata de un tipo de obra lírica existente en la literatura. En este tipo de escritura podemos encontrar elementos muy similares a los del poema tales como: Es importante señalar que este tipo de prosa no cuenta con elementos tales como la métrica y la rima que son característicos del verso.
¿Cómo se hace una prosa poética?
Se construye de la misma manera; sin embargo, está orientada a los textos de carácter literario. En ella se encuentran presentes imágenes de lo que el autor quiere dar a conocer, el narrador pasa a ser hablante lírico y expresa sus sentimientos haciendo uso de las figuras literarias o retóricas.
¿Qué es la prosa ejemplos cortos?
Ejemplos de prosas 1. El sol de la tarde iluminaba los abetos y daba una sensación de paz que hacía rato no experimentaba. 2. Era una tarde gris, como tantas otras, pero los pájaros no dejaban de entonar su canto, llevando alegría a todos los corazones.
¿Qué significa la prosa poética?
La prosa poética, usada en los microrrelatos, se caracteriza por presentar los mismos elementos que el poema (hablante lírico, actitud lírica, tema y objeto) pero sin la presencia de sus elementos formales como: la rima y la métrica y, a su vez se diferencia del cuento o relato porque su finalidad es narrar hechos y ...
¿Qué es la prosa poética explicacion para niños?
Sin embargo, también existe una prosa que va al lado de la poesía, y es la 'prosa poética'. Esta es la prosa que permite transmitir las mismas sensaciones de un verso (poema), pero sin utilizar sus mismos elementos, como la rima o la métrica (coordinación de palabras y frases para que suenen mejor entre sí).
¿Qué es el verso y la prosa ejemplos?
La prosa está escrita de forma natural, mientras que el verso debe cumplir ciertas medidas y cadencia. La prosa no necesariamente debe rimar, mientras que en el verso la rima es fundamental. En la prosa no hay métrica, en cambio en los versos se toma en cuenta la cantidad de sílabas de cada frase.
¿Qué quiere decir en prosa?
prosa. 1. f. Forma de expresión habitual , oral o escrita , no sujeta a las reglas del verso .
¿Qué es la prosa y cuáles son sus características?
La prosa es una forma de la lengua escrita, definida por oposición al verso, con figuras que se agrupan en el llamado paralelismo. Se ha definido la prosa por oposición al verso, porque aquella no tiene ni ritmo métrico, ni repetición (formas fijas) ni periodicidad (rima) como aquel (Ducrot y Todorov, 1974).
Feliz Navidad
Feliz Navidad también para ti y los tuyos. Para que el año venidero te llegue cargado de Paz y de ilusión. Para que te acerques un poquito más a tus sueños. Para que puedas tocar con tus manos ese mundo maravilloso por el que tanto luchas.
Volver a los 17..
Hubo un tiempo en que entre los amigos, solo era ponerse de acuerdo y organizar algo, esa ocasión ese algo fue irnos de caza y pesca, el año de clases había terminado y había una suerte de comezón por hacer algo diferente. Excursionar hacia La Bonita, era una aventura que se presentaba excitante, la existencia en la montaña entre otros de: osos de anteojos, venados, conejos, dantas y muchas truchas en el río El Carmelo, nos hizo soñar colectivamente, sobre muchas escenas hasta entonces únicamente vividas en la lectura de libros, anécdotas de los viejos y en alguna película ambientada en condiciones similares. No teníamos que salir siquiera, para empezar a quemar adrenalina, así que dimos trámite a la salida sin más ni más; embarcarnos fue cosa de un día para el otro; contactamos al otro Milton, pues su familia trabajaba en armería artesanal y era el candidato perfecto para proveernos de alguna que otra arma de caza. Cuando el otro Milton llegó a encontrarse con nosotros al Terminal de buses, traía en un envoltorio de cueros y trapos, una destartalada escopeta que parecía un trabajo manual; Arturo llevaba el machete pequeño de la abuela, el Lucho llevó su guitarra, ¿cómo iba a faltar semejante compañía?, los demás todo el ánimo para compartir ese paseo -cuasi safari-, con cuotas de víveres que al momento de embarcar no llegaron, ni aparecieron, varios salieron con la ropa puesta y la confianza de que los demás llevarían provisiones. Nuestros padres aprobaron y accedieron a este viaje de dos días, el lugar estaba relativamente cerca y no presentaba potencialmente peligros importantes.
Noche de fútbol
Me gustaría abstraer con cada uno de ustedes una suerte de templo irreverente de… digamos 40000, sí, cuarenta mil personas de todas las edades imaginables, también irreverentes todos, sin moldear ni sujetos a protocolo ceremonial alguno, que no sea el de los tiempos de duración de los encuentros de fútbol que suscitan emociones, reacciones, angustias, gritos, sonrisas, llanto y tantas condiciones que no pueden predecirse ni limitarse… En este templo, consideremos una final Internacional, que compromete a 22 atletas empeñando todo su talento, esfuerzos y condiciones para perseguir el triunfo, para vencer esa mezcla de sentimientos, de sorpresas y entregarse en estas justas fantásticas que convocan a millones de personas instantáneamente y por mucho tiempo en el futuro. Pero vivamos con esos pocos miles que están vibrando, expectantes por cada movimiento, que en vivo, no tiene repetición y por ello, no admite distracciones… La sola espera previa, va desarrollando, avivando esta disposición a compartir, dentro también de las más variadas ocurrencias, bromas, cantos comunes, gritos y las infaltables y tan contagiantes barras… Para mí, la memoria sobre un partido de futbol en vivo, dentro de un estadio, tenía algunas décadas de no vivirlas y aquellas imágenes vividas estaban muy lejos de un encuentro por un Campeonato Internacional y con equipos de gran trayectoria en cuanto buen futbol y jugadores talentosos… Realmente distaba mucho, de los partidos de mi pueblo, con apenas unos cientos de hinchas asistentes a veces apenas decenas y en donde se derrochaba más entusiasmo que talento, pero que sin embargo sembraron de esa cuasi religiosidad que se vive alrededor de ese fenómeno deportivo planetario, más tarde se cultivaría con las imágenes de la Televisión y las noticias diarias y a cada instante sobre esa empresa gigantesca que sigue creciendo con el fútbol. El fútbol es a no dudarlo, el deporte de más acogida y convocatoria en el planeta y en nuestra región… practiqué como casi todo el mundo algo de fútbol, siempre que fue posible: en la escuela, colegio, universidad, en el trabajo y en los espacios comunitarios del barrio, de los amigos, de los clubes y hasta de las organizaciones políticas… Con una sola singular característica, no frecuenté los estadios para vivir ese espectáculo en vivo, excepto cuando adolescente desde la cancha jugando un Campeonato Pre-juvenil, pero siempre rondó de inquietudes todos mis años, de ir algún momento a compartir ese especial espacio de un Estadio, de un Partido de futbol… Quizás ese es uno de los instantes nunca compartidos con mis hijos, que no fue posible y que de hacerlo tal vez habría evitado que mi hijo se haga hincha del Barcelona –ja ja ja-, seguramente hubiese encontrado más espacios comunes y emociones para vivir con mis pollitos… aunque lo disfrutamos tantas veces a través de las imágenes en la televisión, en donde traslucimos nuestras reacciones, la intensidad de alegrías y frustraciones que llegan con cada jugada, con los resultados, con la fuerza que tratamos de inyectar a nuestros equipos, con la discusión de estrategias que debían ejecutarse para mejorar el desempeño de esto o aquello… Fue gratificante siempre vivir los estallidos de emociones y las expresiones siempre espontáneas de mis pollitos, creo que intentamos aprender a aceptar resultados, también, sobre todo cuando el futbol era practicado por ellos… pero estar allí en un Estadio lleno, era otra cosa, parecía diferente, debía ser más emocionante… Mis pollitos me dieron referentes inquietantes sobre estar allí… mi hijo Santiago, -me enteré después-, tenía entre sus planes compartir conmigo una tarde o noche de futbol, en un Estadio, en vivo… pero mi María Soledad, mi Solecita se adelantó, es que el Equipo que compartimos simpatías, disputaba una final Internacional en casa y todo se presentó posible… No fue difícil entendernos una vez más y hacerlo nomás… fue sólo saber la hora y el día; salimos del trabajo -trabajábamos juntos- y aunque el tráfico no ayudó llegamos a… “La Casa Blanca” un hermoso Estadio repleto de hinchas que ya reflejaban cada uno su ansiedad y emoción de estar ahí, de ser testigos de lo que iba a ocurrir… no importa los resultados, el disfrute al máximo de cada segundo de ese ceremonial evento, que inunda el alma intensamente de compartir colectivamente el fragor de cada instante de un Partido. Sumémosle los efectos de audio y video, las bengalas, el polvo y humo de colores y tendremos un preámbulo perfecto… Con los equipos en la cancha y siendo un encuentro Internacional, corear el Himno de nuestra patria fue algo que casi se reventaba dentro del pecho y cortaba la mala voz desentonada. Cada jugada fue una suerte de escaramuza peleada y disfrutada, que en aquella exquisita ocasión tuvo como distractores otros elementos propios de estos eventos: en los que se vende más entradas de lo normal y los hinchas terminamos por compartir ajustados los graderíos de asientos, que cada nueva vez que regresábamos a sentarnos después de saltar emocionados por alguna jugada de ataque o defensa, volvíamos a sonreír y solidarios a estrecharnos otra vez… Un hincha sentado a nuestra izquierda adelante, nunca dejó de preguntar “por chupetes”a los vendedores, que se daban los modos para moverse en esa estrechez y resolver su día, con lo que sea que vendieren; no importando lo que llevaran –este hincha- tenía la pregunta lista “¿tiene chupetes?” y los demás disfrutábamos de la ocurrencia que además distendía los ánimos pues, los visitantes nos madrugaron y perdíamos por un gol. Creo que terminamos cansados, como que hubiésemos corrido también un poco, sería la adrenalina quemada y los gritos, la tensión de los pases perdidos, los casi goles, los errores arbitrales, los insultos a los árbitros que no faltan y cada ocurrencia compartida, nos dejó –a pesar de haber perdido esa final Continental- ¡Satisfechos!, es que disfruté hasta de todo cuanto sigue ocurriendo mientras se abandona el templo y de la compañía de la permanente dulce sonrisa de mi Solecita, que nos acercó algo más que siempre… Una casa llena es emotiva y vibrante, cualquiera esta sea, pero una casa llena de decenas de miles de espectadores, sale de las expectativas, esta vez no compartí un triunfo, perdimos por ese gol tempranero que nos hizo sufrir el resto del partido, pero tan solo llegar a este nivel fue un privilegio muy especial, que me convocó a saborearlo en la mejor compañía, con mi niña bonita….
Las letras de tu nombre
Sabes que yo sé. Yo sé que tú sabes. Hoy, nuevamente víctima de la locura de mi pluma, me deslizo lento cuando recorro tu nombre. Las letras que lo componen son siete símbolos de que nunca te olvidaré. Siete recordatorios de que viene al galope esta bendita locura y mi estómago se recoge en una agonía maravillosa. B.
Frío en el alma..
Un lamento muy lastimero, sin potencia casi, ahogándose de dolor, de impaciencia, irrumpe desde el sueño desacompasado de mi padre y una infinita desolación invade mi espalda, quisiera pretender que es un mal sueño, pero no, es tan cierto como la parca sombra que ronda por los rincones, en las sondas, en los tubos, en su congoja que taladra, en sus facciones desgastadas, en su mirada extraviada en océanos inciertos….
El Camión Azul
Estoy tendido de espaldas en la nada. Hay un camión azul de mi infancia entre las piedras.
Eterna... Mercedes Sosa
Debe el canto ser luz sobre los campos iluminando siempre a los de abajo… Compañera, amiga, hermana: nos llegó la noticia de tu dolor y lo hicimos nuestro, es que desde siempre con tu voz y tus canciones, eres parte de todos, como nosotros mientras caminabas, nos hiciste parte de tu piel, nos hiciste parte de tu canto y nos invitaste siempre a juntar con nuestras voces, los corazones y la esperanza, para pedir que lo injusto no nos sea indiferente, que podamos sentirnos vivos entre tantos muertos y resucitar como la cigarra a brindar lo mejor de todos. Te acogimos Mercedes, en cada rincón al que llegaste a través de las ondas de radio, a través de la especial tesitura de tu voz, a través de los mensajes que nos identifican y nos agrupan, para juntos buscar esa cosa pequeñita que se llama libertad, es que en tu voz no traías un pueblo, llevabas todos los pueblos de esta América mestiza, cósmica, nueva, creativa. Con tu voz nos juntamos a tu andar, para aprender que lo que cambio ayer tendrá que cambiar mañana, para saber que el mundo está en movimiento y que debemos crear los cambios que nos hagan sentir parte del futuro luminoso, justo, equitativo, solidario. Imposible hablar de ti sin tomar tu canto, porque es el canto de todos, porque supiste fundir en tus acordes la esperanza y el coraje, la rebeldía y los sueños, porque recogiste el valor de todos, para decir que no nos asustan las balas ni el ladrar de la jauría, porque haz alentado la protesta que se fortalece en la razón y en la indiscutible certeza que vamos a construir una mejor Patria, la chica y la grande latinoamericana. No tuviste que marcharte para que apreciemos tu estatura gigante, para recibir el cobijo y el soporte poderoso de tu canto.