Salmos 100:3 RVR1960 - Reconoced que Jehová es Dios; El nos - Bible Gateway Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Full Answer
¿Por qué no nos predicamos a nosotros mismos?
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por amor de Jesús. Reina Valera Gómez Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo el Señor; y nosotros vuestros siervos por Jesús. Reina Valera 1909
¿Por qué debemos seguir el llamado de Dios en nuestro corazón?
Cada persona que siente el llamado de Dios en su corazón debe seguir este llamado con todo su corazón al igual que la elección que Dios nos ha dado en Cristo. Dios no nos pregunta sobre nuestro pasado, ni por nuestro origen familiar o por aquello que podemos lograr por nuestra propia cuenta. Él nos llama para ser discípulos de Jesús.
¿Por qué nos escogió el padre y el hijo?
Dios el Padre nos escogió, y Dios el Hijo murió en una cruz, para que nosotros fuésemos un pueblo santo, un pueblo de hombres y mujeres apartados para Dios, viviendo bajo los principios de Su voluntad revelada. Ese propósito divino en la elección debe repercutir en nuestras vidas como cristianos.
¿Qué dice Juan 15 16?
16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os aelegí a vosotros, y os he bpuesto para que vayáis y llevéis cfruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi dnombre, él os lo dé.
¿Qué es ser un elegido de Dios?
Los elegidos son aquellos que aceptan la voluntad de Dios, aquellos corazones imperfectos que se abandonan a Dios, que ruegan a Él, que ante las dificultades confían plenamente que es su gracia la que nos sostiene.
¿Qué dice San Juan 1 12?
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio apotestad de llegar a ser bhijos de Dios; 13 que no anacieron de sangre, ni de voluntad de carne ni de voluntad de varón, sino de Dios.
¿Qué dice el Salmo 22 10?
10 A ti fui encomendado desde la matriz;desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. 11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca,y no hay quien ayude.
¿Qué significa ser el elegido?
elegido, a adj. Que es el más querido o estimado. 2. Que es muy selecto la recepción tuvo lugar en un club muy elegido de la zona centro.
¿Cuántos son los elegidos de Dios?
Entonces oí el número de los que habían recibido la señal: eran 144 000 de todas las tribus del pueblo de Israel.
¿Por que fuimos llamados hijos de Dios?
El apóstol Pablo nos dice en el libro de Romanos 8.14 una de las características fundamentales de los verdaderos hijos de Dios: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios". Aquellos que tienen una vida guiada por Su Espíritu, son hijos de Dios.
¿Qué significa que todos somos hijos de Dios?
Hijo de Dios es un concepto teológico utilizado en las religiones judía y cristiana para designar a una persona que tiene una relación directa e íntima con una divinidad. Sin embargo, las características e implicaciones de la expresión son muy diferentes en ambas tradiciones religiosas.
¿Qué significa recibir a Cristo en tu corazón?
Cuando ofrecemos nuestro corazón quebrantado a Jesucristo, Él acepta nuestra ofrenda; nos vuelve a aceptar. Sin importar las pérdidas, las heridas o el rechazo que hayamos sufrido, Su gracia y sanación son más poderosas que todo ello. “Todo saldrá bien”. En el nombre de Jesucristo.
¿Que nos quiere decir el Salmo 22?
En el sentido más general, el Salmo 22 trata sobre una persona que está clamando a Dios para salvarlo de las burlas y tormentos de sus enemigos, y (en los últimos diez versículos) agradeciendo a Dios por rescatarlo.
¿Qué significa horadaron mis manos y mis pies?
Agujerear [una cosa] de parte a parte.
¿Por qué me has abandonado Dios?
“Señor mi Dios, ¿por qué me has desamparado y por qué estás tan lejos de mi salvación… clamo de día y no respondes, y de noche para mí ya no hay consuelo… y a mis palabras de clamor no escuchas…”- Salmo 22-.